El verano es una temporada de jubilo y disfrute, y cuando el calor aprieta es necesario refrescarse, es por ello que los que no tenemos la suerte de vivir cerca del mar debemos conformarnos con las piscinas. Tenemos dos opciones, acudir a una piscina publica o poseer una propia, pero en los dos casos es imprescindible cerciorarse de que el tratamiento de agua de piscinas este al día y sea completamente seguro pasar horas y horas dentro del agua. Puedo parecer algo obvio que el agua deba estar en un estado óptimo, pero no es algo que se pueda apreciar a simple vista, y no reside simplemente en el echo de que luzca limpia. Los químicos deben estar en la justa medida, y el pH del agua debe ser el adecuado para que no dañe nuestra piel. Es por ello que en este artículo queremos darte los consejos básicos para que puedas mantener el agua de tu piscina limpia y realices el tratamiento de agua de piscinas de la manera adecuada.
Existen varias reglas universales que son aplicables a todas las piscinas en lo que a tratamiento del agua se refiere, y si los tenemos en cuenta estaremos muy cerca de tener el agua perfecta para disfrutar del verano al máximo. Como primer paso debemos regular el pH para mantenerlo entre el 7,2 y el 7,6 para que el agua sea respetuosa con la piel y los siguientes pasos funcionen de la manera adecuada. Es muy común la irritación en piel y ojos si se descuida este factor, además la desinfección del agua será menos efectiva, que es el siguiente paso que veremos. Las aguas de piscina son un entorno muy prolifero para los microorganismos, por ello debemos mantener el residual del cloro en el agua entre 0,5 – 1,0 ppm, con ello evitaremos que aparezcan algas y el poder desinfectante de nuestra piscina sea mayor.
Relacionado con lo anterior es recomendable aplicar un alguicida de manera periódica para evitar la aparición de estas. Es muy importante que el tratamiento de agua de piscinas tenga en cuenta la claridad del agua, es decir, que el filtrado sea correcto y no existan residuos que enturbien el agua. Para ello debemos contar con un filtro de calidad y revisarlo de manera habitual para cerciorarnos de que esta limpio y en buen estado.
Por último, pero no menos necesario hay que limpiar los elementos estructurales de la piscina como el fondo, las paredes y zona de playa, así como mantener en buen estado el equipamiento de la piscina, válvulas, skimmer, bomba, etc.
El tratamiento de agua de piscinas requiere estar bien informado al respecto para no cometer ninguna imprudencia ni errar a la hora de aplicar químicos. Si lo prefieres puedes contactar con un equipo profesional especializado en el tratamiento de agua de piscinas.